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Se hace necesario hablar de la videncia sin preguntas por el aumento en la cantidad de personas que se autodenominan videntes sin serlo. Las preguntas que te hacen son la clave para poder identificar y determinar la autenticidad del don que se presume tienen. Y es que un  vidente es entendido como una  persona que tiene visiones sobrenaturales o que están fuera de lo que se considera común. Con estas visiones adivinan el porvenir o esclarecer lo que está oculto. Una buena vidente no necesita mucho para poder orientarte hacía un camino mejor.

¿Es posible la videncia sin preguntas?

La videncia sin preguntas es la garantía de que el vidente que te atiende posee esa facultad paranormal. Capacidad  para adivinar hechos futuros u ocurridos en otros lugares que no se perciben a través de los ojos. Esta información recibida con anticipación abre la posibilidad de reencaminar los pasos para minimizar los aspectos negativos que pudieran implicar algunas acciones. Una vidente buena siempre va a estar dispuesta a escuchar todas tus inquietudes.

María José a través de su experiencia te puede ayudar.

Las visiones son un enigma. De acuerdo con los métodos científicos reconocidos en estos momentos no hay explicación lógica ni racional para este fenómeno. La única evidencia hasta ahora son los testimonios de las personas que acuden a las consultas. El acierto o desacierto de las predicciones solo puede comprobarlo el consultante a través de su propia experiencia. El vidente ve la imagen, la comunica  y se produce una interpretación. El punto de partida es lo que ve el vidente y no el sentido que construye con respuestas previas que haya dado el consultante.

La validez de la videncia sin preguntas

Por ello, la importancia que toma la videncia sin preguntas. ¿Estás casada? ¿Tienes problemas con tu pareja? ¿Te va mal en el amor?  ¿Estás desempleada?  ¿La situación económica te preocupa? ¿Tienes hijos? Estas interrogantes desacreditan al vidente de acuerdo con el consenso que hay sobre el tema. Las únicas preguntas que deben hacerse son: nombre de la persona que va la consulta y edad.

Cuando se responden  preguntas que permiten contextualizar la vida del consultante,  se están dando datos claves que ayudan a inferir lo que está pasando. Esta información justifica porque acudes a la consulta y hace posible inferir. Así que no tienes que responder a todo lo que te pregunten. Si estás frente a una vidente real y se ha entrenado para afinar su don sobrenatural, vas a experimentar una aproximación extraordinaria. El acercamiento será de manera transparente y en consecuencia satisfactoria.

María José cuenta con años de experiencia

De manera que, hacer muchas preguntas para que el consultante describa sus propias vivencias no parece una señal confiable. Esta característica es determinante. Especialmente si consideramos  lo delicado de aconsejar a otros con base en una perspectiva distinta de la que los consultantes están viendo. ¿Por qué? Porque el conocimiento de la videncia puede dar poder para influenciar en las personas que confían.  Es una capacidad paranormal que debe llevar luz a los espacios de oscuridad. Cuando vemos con claridad podemos comprender un poco más. A partir de la interpretación que se haga puedes tomar una u otra decisión. Buscamos certezas, pero la vida está en constante movimiento.

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